Una práctica y una ceremonia, donde abrimos el espacio para la expresión y el movimiento para liberar nuestras emociones a través del poder del cuerpo, el ritmo y la unión grupal. Una oportunidad para expandir nuestro potencial humano bailando en tribu, sincronizando cerebros y corazones al ritmo de la percusión, la expresión corporal y la danza como guías.